Cerrando la brecha del Subdesarrollo
Desde hace muchos años el mundo se ha dividido en dos; países desarrollados y países en desarrollo. La mayoría relaciona países desarrollados con Norte América, Europa y Asia y a los países en desarrollo con África y Latinoamérica. Aunque la percepción a cambiado un poco, para muchas personas que bien en países desarrollados, los países en desarrollo son sinónimo de gente viviendo en árboles, falta de infraestructura y poca educación. Aunque es una percepción exagerada, algunas cosas podrían estar cerca de esto.
Hablar de países en desarrollo equivale a hablar de altos niveles de desempleo y pobreza. Estos países cuentan con incrementos importantes en los precios y una inestabilidad cambiaria importante. Son países con gran inequidad en la distribución de los ingresos y sus riquezas medidos comúnmente a través del coeficiente de Gini. Unas muy pocas personas concentran grandes riquezas pero más de la mitad de la población viven en condiciones de pobreza. Estas condiciones llevan a condiciones de vida baja o moderada, altos niveles de mortalidad infantil, mortalidad en general y, por supuesto, altas tasas de natalidad. La expectativa de vida, en algunos casos es más de 10 años menor que en los países desarrollados.
Los países en desarrollo aprovechan su mano de obra barata, que lleva a un PIB per cápita bajo, para desarrollar su economía a través de los servicios. La productividad es sustancialmente mas baja que en países desarrollados y basan sus esfuerzos en generar crecimiento y sustento a través de países desarrollados. Aunque todos estos factores son consecuencia del subdesarrollo, toca mirar mas a fondo para poder entender las causas de este fenómeno. Se han hecho muchos estudios e investigaciones y, sin lugar a dudas, el factor que marca la gran diferencia entre países desarrollados y en desarrollo es la gran brecha en educación.
Analizando algunas cifras iniciales, pareciera haber esperanza de una mejoría en los últimos años pero en realidad el problema se hace más grande con el pasar de los años. El número de los niños entrando a primaria ha aumentado en países desarrollados. Algunos estadistas dicen que el 90% de los niños del mundo se matriculan al colegio. El gran problema es que la asistencia. el aprendizaje, la asistencia han disminuido y la deserción aumenta rápidamente. La brecha se amplía en vez de cerrarse y sorprendentemente, los niveles de educación en algunos países son menores que los que tenían algunos países desarrollados hace más de 100 años. Los niveles de educación en adulto, medidos por el número de anos que atendieron el colegio, son casi el doble en países desarrollados frente a países en desarrollo. Esto sin tener en cuenta la calidad de la misma. Mirando un poco de historia nos damos cuenta en que radica este problema. Desde el siglo XIX, la cultura en países Europeos y Norteamericanos era el énfasis en la educación de los jóvenes sin importar su nivel socio económico. En países en desarrollo, la educación era solo para los jóvenes pudientes y solo hasta 1948, cuando empezó a difundirse la declaración de derechos humanos, se comenzó a crear conciencia sobre la importancia de la educación para el desarrollo del país.
Las dos graficas anteriores son el reflejo de lo que hemos hablado. En promedio, los adultos en países en desarrollo necesitarían 65 años para obtener 12 años de educación. Este número sube 20 años si solo se tienen en cuenta los adultos más pobres. Hay muchos estudios al respecto. Un ejemplo son las investigaciones realizadas por el economista Lant Pritchett, donde asegura que los países en desarrollo les tomaría más de 100 años para alcanzar a los países desarrollados. Estos cálculos varían según el estudio pero la gran mayoría ubica la brecha entre 75 años y 125 años. El problema no es solo la cantidad de años para llegar a los niveles de escolaridad sino la calidad de la educación y los problemas que esto conlleva.
Mas y mejor educación aumenta la productividad, disminuye los indicies de desempleo y disminuye los niveles de pobreza. Educación trae consigo herramientas para luchas contra enfermedades, mejorando los indicies de mortalidad y aumentando la expectativa de vida. De acuerdo al estudio de la Unicef de 2012, solo mantener los niños en el colegio trae muchas ventajas. Mantiene los niños en un ambiente sano, con soporte, supervisión y socialización. Les da herramientas para “navegar” por la vida y les ayuda a prevenir enfermedades, como por ejemplo sida y malaria. En muchos casos recibe vacunas, agua potable y suplementos alimenticios que de otra forma no recibiría.
Debemos empezar a cambiar la forma como tratamos la educación para empezar a ver cambios que realmente impacten la economía de países en desarrollo. La educación pública debe ser gratuita, incluyendo uniformes útiles escolares. Todos los niños tienen que tener acceso a la educación, haciendo todos los esfuerzos para que no solo se matriculen sino que puedan llegar a la secundaria y eventualmente terminar sus 12 años de colegio. Debemos hacer énfasis en las mujeres. Lamentablemente el analfabetismo es mayor entre niñas que niños a pesar de que está comprobado que el nivel de deserción es mayor en varones que en mujeres. Educar a las mujeres conlleva a que sean menos vulnerables a enfermedades como sida, a la prostitución infantil y embarazos tempranos. Además, mamás educadas reduce la mortalidad infantil, hace que los niños crezcan con más oportunidades y que utilicen sus salarios para invertir más en sus familias.
Todos estos esfuerzos son fundamentales para crear una estructura que eventualmente se reflejen en mejoras y lleven a la reducción de la brecha entre países. Sin embargo, hoy en día tenemos herramientas que acelerarían esta gran brecha entre países; la tecnología. A diferencia de hace algunos años, la economía del saber esta al alcance de todos a través del internet. Contamos con mucha información pública y gratuita, bibliotecas y clases virtuales, video conferencias, entre otras. Hoy acceder a clases en las mejores universidades del mundo es posible desde los lugares más recónditos del planeta, solo contando con una conexión de internet decente.
Debemos cambiar la forma de ensenar y la forma como niños aprenden. Debemos trasportaros al futuro de la educación a través de una educación integrada STEM, por sus siglas en ingles que traducen a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. De esta manera vemos como la tecnología cambia la forma de educar y como esto se traduce en menor deserción escolar, mejor educación, mayor productividad, mejores ingresos y mas desarrollo para todos.